Nació en Quito en 1944. Es narrador, ensayista, antólogo, investigador y crítico.Aparte de su obra narrativa, ha trabajado también temas relacionados con la literatura oral. En este campo pueden mencionarse El cuento popular, Quito 1997; La poesía popular, Quito, 1982, entre otros. Siempre vinculado al trabajo intelectual, ha participado en múltiples simposios y seminarios en muchas partes del mundo y ha realizado investigaciones de campo como recopilador de leyendas y tradiciones orales. Ha escrito y adaptado obras de teatro. Relatos suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, ruso e italiano.
En la década de los sesenta fue parte del grupo literario Los Tzántzicos; posteriormente fue miembro del consejo editorial de la revista La Bufanda del Sol y en los ochenta dirigió la revista cultural Palabra Suelta.Su libro de relatos Bajo el mismo extraño cielo, cuentos) Bogotá, Círculo de lectores, 1979, mereció el Premio Nacional de literatura de ese año. Su novela Sueño de Lobos, Quito, 1986, también ganó ese premio y fue declarada El mejor libro del año. Dirigió la revista cultural Palabra Suelta, y la Editorial Grijalbo publicó, en 1989, su obra Divertinventos o libro de fantasías y utopías (cuentos).
Su novela Ciudad de invierno supera ya las veintidós ediciones. Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés, francés, alemán, ruso, italiano y griego.
LA PIEDAD
En el inicio encontramos a una madre preocupada por que su hijo se parece mucho a su esposo ya fallecido. Al recorrer la gran casa que ahora estaba sobre su poder recordó la noche en la que su esposo decide terminar con su vida.
En un principio fue un matrimonio casi común y corriente pero Xavier tenía problemas con la bebida. Tiempo después su esposa logra concebir y dar a luz a su hijo.
Xavier trabajaba mucho y malgastaba el dinero en alcohol, tiempo después Xavier cayó en el pensamiento que era muy mal ejemplo para su hijo y su esposa pensaba casi lo mismo pero no decía nada.
Una noche, cuando el bebé estaba dormido Xavier se levantó de la cama, su esposa sintió como salía de la habitación, le siguió. Vio como entraba al estudio y tomaba su arma lo ponía en su sien pero no apretaba el gatillo, ella lo veía desde el umbral de la puerta y de pronto se acercó suavemente, acarició su cabello y le ayudó a apretar el gatillo, le ayudó a caer sobre el suelo sin hacer ruido.
Fin.
Fuentes: https://www.loqueleo.com/ec/autores/abdon-ubidia
http://www.ubidia.editorialelconejo.com/notabiografica.html
Ecuador escribe páginas 60-70
